El jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, dijo que los efectivos que intervinieron en la investigación del secuestro del taxista Alberto Sarubbi, asesinado el jueves pasado en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, actuaron ante una situación “inusual” y “extraña” en la que ocurrieron “circunstancias extraordinarias” que llevaron a la muerte de la víctima
En tanto, los cuatro sospechosos apresados ayer en el marco de esta causa declaraban esta tarde ante la Justicia.
“Desde la institución, lamento el resultado, y lamento la muerte de este hombre como ser humano. El personal de antisecuestros nunca quiso este resultado”, dijo en declaraciones a radio La Red el comisario general Roncaglia, quien remarcó que “el objetivo era rescatar con vida” al taxista cautivo.
Sobre el hecho, el jefe policial recordó que la fuerza “tomó conocimiento por medio de un llamado telefónico”, que luego “se contactó con los dos hijos del taxista, que ya venían negociando el pago del rescate” y que cuando los captores les dijeron “que vayan a provincia se le dio intervención a antisecuestros y se le informó al fiscal (Carlos) Stornelli”.
Roncaglia señaló que el fiscal siguió el procedimiento vía telefónica y desde los Tribunales de Comodoro Py, y que dispuso que los policías “acompañen” a los hijos de la víctima a pagar el rescate pero que el “protocolo era evitar el corte del pago salvo circunstancias extraordinarias”.
“El que decide es el personal policial que está en el lugar mirando la situación de crisis. Si el fiscal hubiera estado en el lugar lo hubiese hecho el fiscal”, sostuvo el comisario general.
De acuerdo a Roncaglia, los efectivos que acompañaron el pago del rescate “tenían contacto visual” con los hijos de Sarubbi (63) pero “no tenían contacto telefónico” con ellos, y cuando se detuvieron en avenida Crovara, en Villa Madero, observaron a “un chico corriendo, que se les mete en el auto por la ventanilla y empieza a despojarlos de sus cosas”, por lo que en ese momento “el jefe (del operativo) cree ver un forcejeo”.
Ante esa situación se produjo la “intervención” de los efectivos porque, según Roncaglia, la maniobra de “ese arrebato” era “sumamente inusual” para un caso de secuestro y los policías “sintieron que estaba en riesgo la vida de los dos chicos”.
“Cuando (los hijos) bajan, este chico les saca un anillo y el teléfono, algo totalmente inusual”, describió y luego añadió: “Hay que evaluar las circunstancias especiales que se pueden dar en una situación de crisis.”
Para Roncaglia, “los investigadores no son delincuentes” y “fueron a hacer las cosas bien”, por lo que consideró que el juez federal Daniel Rafecas “resolvió con criterio la situación” de los cuatro policías que fueron aprehendidos inicialmente por “desobediencia” y luego liberados.
“Ellos actuaron ante esta situación que era sumamente extraña para el contexto de este delito”, concluyó.
En tanto, fuentes policiales informaron a Télam que estos cuatro efectivos ya volvieron a sus puestos en la División Operativa Central (ex Antisecuestros).
Por otro lado, dos jóvenes fueron detenidos ayer en la localidad bonaerense de Isidro Casanova, acusados de integrar la banda que secuestró y mató al taxista Sarubbi.
Las capturas se produjeron en el marco de tres operativos realizados a pedido del fiscal Stornelli por personal de Gendarmería Nacional, con colaboración de la Policía Bonaerense y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Durante los pocedimientos, también fueron apresadas otras dos personas sospechosas de integrar la misma banda aunque se presume que no tuvieron participación directa en el crimen del taxista.
El hecho investigado se inició cerca de las 15 del pasado jueves, cuando los hijos de Sarubbi recibieron una llamada extorsiva de un hombre que decía tener secuestrado a su padre y les exigía unos 200.000 pesos como rescate.
Tras una serie de comunicaciones telefónicas, los secuestradores pactaron el pago de unos 3.000 dólares y 20.000 pesos, y obligaron a los hijos del hombre a llevar el dinero a General Paz y Crovara, en Villa Madero, y desde allí los hicieron circular hacia Ciudad Evita.
Uno de los hijos del taxista contó que cuando un joven se acercó al auto para retirar el rescate, también le arrebató el celular con el que estaba negociando con el jefe de banda y un anillo, tras lo cual salió corriendo.
Por ello, los policías monitoreaban el pago lo detuvieron y hallaron en su poder las llaves del taxi.
Casi en paralelo, el chófer fue asesinado a siete cuadras de allí de tres tiros por la espalda y rematado de un cuarto, indicó la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
La funcionaria aseguró que la Policía Federal se enteró del secuestro de Sarubbi a través de un secretario del presidente Mauricio Macri, que tiene amistad con uno de los hijos del taxista, pero aclaró que los policías cuestionados no tenían ese dato.